Paseando por Italia se tiene la sensación de que la máquina del tiempo se ha detenido, consiguiendo el efecto de unir el pasado y el presente con el único fin de provocar los sueños más hermosos. Deambular por ciudades que parecen rescatadas de cuentos de hadas, recorrer los románticos canales de Venecia en una góndola escuchando los sones de tristes canciones de amor.